Ninguno de sus invitados asistió a su fiesta de cumpleaños, pero su abuela salvó la celebración

Gerald se puso triste porque no tenía invitados en su hogar. Mandó treinta invitaciones y solo confirmaron 12, según contó su abuela, Amelia Lara, en su perfil de Facebook.

El pequeño, que ha tenido por lo menos cinco operaciones en el cráneo, no quería cortar el pastel por si llegaba en cualquier momento alguno de sus compañeros.
Al ver la tristeza de su hijo, su madre, Kristina Hamilton, llamó a los padres del pequeño, quienes le respondieron que no iban a llevar a sus hijos porque Gerald era “diferente”.
“Es más lento que los niños de su clase. Pero, es el chico más amable y compasivo que conozco”, escribió su abuela en Facebook y le pidió a las personas que le enviaran cartas de felicitación a su nieto. Y sin esperarlo, algo increíble sucedió al día siguiente...

...cuando Gerald despertó, encontró más de mil cartas y regalos en su puerta. Y no solo eso, instituciones del estado lo agasajaron con celebraciones pomposas.

El niño es fanático de los perros policías. Por ello, sus fiestas estuvieron plagadas de estos animales.

Según cuenta la madre, Gerald quiere ser entrenador de estos agentes caninos cuando sea grande.

“Esto solo se muestra que hay gente buena y compasiva por ahí que se preocupan”, dijo Amelia en declaraciones a un noticiero.

Este sí que fue un final feliz para la fiesta de este niño.