Da voz con sus fotos a las personas invisibles de la calle

De sus años fotografiando a esas personas, también ha obtenido anécdotas y recuerdos especiales.

Comenzó con este proyecto hace unos años cuando un hombre vestido de manera andrajosa le llamó la atención en mitad de un centro comercial. Tras observarlo, decidió hablarle y poco después, obtuvo su primera fotografía.

Las fotos que toma son en blanco y negro. Pero antes de tomar sus fotografías, invita a los modelos a comer o a tomar un café; así les alegra el día aunque sea por un momento.

Una vez que se han conocido un poco, Maxime les pregunta si puede tomarles una foto.

Para Maxime es importante que las personas elegidas no sientan presión al decidir si se han de tomar la foto o no.

Si se da la oportunidad, Maxime regala a estas personas una copia de sus fotos, al encontrarse con ellas una segunda vez.

Una de las personas a las que vio por segunda vez en 2014 le dejó un recuerdo muy especial. Esa persona se llamaba Joel y vivía en la calle.

Aquí una imagen del encuentro de Maxime con Joel, donde aprovechó para darle una copia de su fotografía y este rompió a llorar, pues en la foto también aparecía su querida perrita, Roxane.
"Joel me explicó que Roxane había fallecido unas semanas después de que tomara la foto. Fue un momento muy emotivo. Observó la fotografía con pena pero alegría a la vez porque no tenía ni una sola foto de ella" relata Maxime.

Maxime ya ha exhibido sus obras en muchas exposiciones, debido a ello, comenzó a tomar clases de fotografía. Pero lo más importante para él es que su trabajo le permita dar voz a esas almas a menudo invisibles de la calle.