Seguro has visto alguno de los siguientes encabezados: “Finalmente sabemos si la circuncisión afecta o no el placer sexual” “El sexo es igual de bueno si tu pene está circundado” “La circuncisión no reduce la sensibilidad del pene” Todos hablan del mismo estudio de la Universidad de Queen’s que examinó las diferentes sensibilidades entre penes circundados e intactos. Pero ninguno de esos encabezados está exactamente en lo correcto. Para este estudio, 62 valientes voluntarios, la mitad de ellos circundados, permitieron que se realizaran pruebas de sensibilidad en cuatro diferentes puntos de sus penes: el glande, dos en el tronco y en el prepucio, en caso de que lo tuvieran. Los investigadores también hicieron pruebas en el antebrazo de cada uno de los sujetos para comparar. Los científicos buscaron cuatro tipo distintos de sensibilidad: contacto ligero, dolor, calor y dolor por quemadura. Básicamente, usaron un pequeño filamento para tocar a los tipos, incrementaron la presión hasta que pudieran sentirlo y luego hasta que les doliera. Para la sensibilidad relacionada con el calor, los investigadores tocaron a los sujetos con una barra que se calentaba hasta que pudieran sentir el calor y después hasta que les doliera. La gran pregunta: ¿El prepucio es más sensible que el resto del pene? Lo que significaría que, ¿Removerlo haría a tu pene menos sensible de lo que puede ser? La respuesta depende de qué tipo de sensibilidad es a la que te refieres. El estudio encontró que el prepucio es significativamente más sensible al contacto ligero que los otros tres puntos del pene. Para detectar el calor, el prepucio es más sensible que el glande, pero menos que el tronco. No hay una diferencia significativa para la sensibilidad al dolor y al dolor por calor, entre el prepucio y las demás partes del pene. Pero, la pregunta más importante es: ¿Qué tienen que ver estas pruebas con el placer sexual? ¿Ser más sensible a una quemadura, al contacto o a un filamento hace que el sexo sea más intenso? Los científicos no saben aún, indica la doctora Jennifer Bossio, autora del estudio. Interesantemente, el antebrazo de los sujetos es igual de sensible al toque ligero que el prepucio. Y es aún más sensible que al contacto ligero que el glande y el tronco. ¿Significará esto que estamos teniendo relaciones sexuales de manera equivocada o simplemente que la prueba de contacto ligero no es una gran medición para el placer sexual? Probablemente la segunda, comenta Bossio. “Algunas investigaciones sugieren que las otras tres pruebas, dolor, calor y dolor por calor, activan fibras nerviosas asociadas con el placer sexual”, indica. “Pero definitivamente es algo que tenemos que investigar más”. Así que, aquí está el encabezado más acertado: Los científicos aún no están seguros cómo afecta la circuncisión al placer sexual. Puede que reduzca sensibilidad en la cama. Puede que no. Puede que varíe según la persona. En su estudio, Bossio concluye que cualquier efecto potencial es “mínimo”. Con esto no estamos diciendo que el sexo con prepucio sea igual que el sexo sin él. Algunos hombres no circundados aseguran que el prepucio se enrolla hacia delante y hacia atrás de la cabeza durante la masturbación y la penetración de tal manera que se siente bien. Esta es una sensación que hombres circundados nunca experimentarán. Puede que tu pareja pueda sentir una diferencia también. En el libro Sex Made Easy, la doctora Debby Herbenick, escribe sobre su primera experiencia con un hombre sin circuncisión: “podía sentir su prepucio moviéndose en mis paredes vaginales durante el sexo. Era una sensación nueva para mí y una maravillosa… Sentir su prepucio parece que facilitó sentir un orgasmo durante el sexo vaginal”. Pero, un artículo de 2013 en el Journal of Sexual Medicine sugiere que el prepucio no hace la diferencia en tu vida sexual, concluyendo que la circuncisión no daña las funciones sexuales, sensaciones, satisfacción o placer. Para bien o para mal, muchos hombres tienen que vivir con la decisión hecha por sus padres.
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