Es triste recordar la terrible masacre de la discoteca Pulse, el antro gay ubicado en Orlando, Florida. Aquel sábado, Brenda Lee Márquez McCool, asistió junto su hijo de 21 años, Isaiah Henderson a la discoteca, pues esa noche se estaba dando lugar a un concurso de baile. Todos los asistentes disfrutaban, bailaban, gozaban, pero en pocos minutos todo se transformó a una escena de terror.
La mayoría de la gente que abarrotaba el lugar, tardó en darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Poco a poco se percataron de los disparos, los que pudieron alcanzaron a huir mientras otros caían desplomados sobre el piso. Omar Mir Seddique Mateen convirtió aquel sábado 12 de junio en una masacre donde murieron cerca de 50 personas muertas y hubo varios heridos.
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