Amanda Scarpinati es una mujer alegre que ama vivir, pero que también se enfrentó a un suceso difícil cuando era bebé, hace 38 años, y eso le cambió la vida. Gracias a la cirugía plástica, las cicatrices quedaron atrás, pero su infancia fue una tortura y el único rayo de esperanza que siempre tuvo fue una fotografía.
Era el año de 1977, Amanda tenía 3 meses cuando empezó a sentirse mal. Al parecer era dolor de manos y cabeza, por lo que sus padres la colocaron en el sofá con un humidificador junto a ella con agua hirviendo. Por descuido, los padres salieron un momento de la habitación, fue ahí donde la pequeña Amanda se cayó del sofá encima del agua hirviendo. Inmediatamente, sus padres la llevaron al Hospital de Albany con terribles quemaduras.
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