Muchas veces hemos escuchado que gatos y perros no se llevan bien, pero siempre hay situaciones que hace darnos cuenta de lo equivocamos que podemos estar al afirmar algo como eso.
Es por eso que te mostramos la historia de Lilo y Rosie, dos animales que nadie se imaginaría tendrían una amistad tan grande como la que tienen.
Todo empezó cuando Rosie, una gatita de tres semanas de nacida, fue rescatada de las calles de California en Estados Unidos. Todo parecía indicar que no sobreviviría mucho tiempo por las condiciones en la que estaba.
Lilo, una hermosa perrita husky que recién se había enterado que no podía tener perritos, se dedicó a cuidarla y se encargó de mantenerla calentita y cómoda. Por horas, Lilo nunca se separó de Rosie.
Incluso, esta amistad está en línea puedes buscarla en Instagram y YouTube como “lilothehusky” para que disfrutes sus aventuras y descubres que las mejores amistades las consigues de parte de quien menos esperas.
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