Después de que los padres recuperaron la custodia, Neal Gray, el abuelo materno de la niña, advirtió a la jueza Hogg que Ben Butler tenía comportamiento violento y que los tribunales podrían “acabar con sangre en sus manos”.
En la batalla legal por recuperar la custodia de la niña, un tribunal de apelaciones reexaminó el caso y ordenó un nuevo juicio, señalando que el jurado no había considerado la posibilidad de que los síntomas de Ellie se hubieran debido a otras causas.
Hogg solicitó la opinión de expertos en pediatría. En total, a lo largo de los diversos procesos,más de 20 médicos ofrecieron su testimonio.y como la historia médica de Ellie mostró que padecía de un quiste y otros defectos en su laringe, además de severo reflujo, se determinó que esto podría haber causado los síntomas atribuidos a la violencia de Butler.
Tras considerar la evidencia, Hogg tomó una decisión trágica: ordenó que la niña fuera regresada a sus padres y exoneró a Butler de todas las acusaciones. La desventaja de exonerarlo implicó que los servicios sociales ya no podrían involucrarse para monitorear a la niña.
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