23 julio 2016 04:47
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Hay trabajos para los que se necesita valentía. Retratar la realidad a través de una imagen no solo basta con un click, es por ello que el trabajo de la fotógrafa Nancy Borowick resulta conmovedor. Ella tuvo que retratar a sus propios padres, ambos víctimas del cáncer, durante el proceso de lucha hasta su muerte.
El trabajo de Nancy, consta de fotografías en blanco y negro y es un homenaje al apoyo y amor de la familia. Su trabajo ha dado la vuelta al mundo, gracias al interés que ha despertado a través de las redes sociales.
Fuente:
difundir.org
“Nadie quiere hablar de la muerte, pero es la única cosa de la que tenemos certeza en esta vida”, son las palabras con las que se presenta el proyecto “Cancer Family” en el sitio web de Nancy. En su serie fotográfica, Nancy retrata el dolor, pero también el amor con el que Howie y Laurel, sus padres, se enfrentaron al cáncer.
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difundir.org
“El conocimiento de la finitud fue lo que nos permitió a mis padres y a mi aprovechar el tiempo que nos quedaba juntos y por eso quise retratar cada instante”, explica Borowick acerca de su doble rol como hija y fotógrafa.
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En la serie fotográfica, Nancy retrató los momentos finales de esta pareja que luchó durante años contra la terrible enfermedad. Howie padecía cáncer de páncreas y Laurel de seno.
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Fueron momentos duros el que atravesó el matrimonio al enfrentarse simultáneamente a los tratamientos de quimioterapia. Cada quien debía tener su propia lucha contra la enfermedad y al mismo tiempo darse ánimo y apoyo. Fue gracias a su hija, ese amor quedó inmortalizado para siempre.
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Desafortunadamente, un año y un día después de haberse descubierto el cáncer del padre de Nancy, éste murió. Fue el 7 de diciembre del 2013.
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La mamá de Nancy perdió ánimo y fuerzas tras la muerte de Howie, ahora debía enfrentarse al cáncer de mama sola. Ya no estaba su compañero de vida junto a ella.
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Las últimas semanas de vida de Laurel se redujeron a un largo tubo de oxígeno, días interminables en la cama y un dolor que empeoraba cada día.
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“El cáncer le dio a mi familia un duro, pero invaluable regalo: la conciencia del tiempo”, aseguró Nancy.
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Nancy pudo capturar el último suspiro de su madre un 6 de diciembre del 2014 y dejó inmortalizado para siempre el cariño y amor familiar, pero también la lucha por la que muchos enfermos de cáncer atraviesan cada día.
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